sábado, 13 de febrero de 2010

Algunas frases del libro

Estas son algunas de las frases más documentadas que la abuela de Carlota va soltando a lo largo de la lectura, ¿se os hacen conocidas?

El diario violeta de Carlota, que propone a través de una metáfora ponerse las gafas violetas, comprobar que muchas situaciones cotidianas aparentemente incuestionables resultan injustas y discriminatorias para las mujeres.Si lees este libro no podrás quitarte nunca las gafas violetas y entrarás en una cadena que te hará ver de otro modo la realidad.¿Qué piensas tú de lo que se dice en los siguientes párrafos?…

-”Entonces �??dice uno de ellos -, llegué a la antesala del despacho de Pedro y la vi. Quiero decir que vi a su nueva secretaria. ¡Una gorda como un armario¡ Al entrar en el despacho, le dije: Pedro ¿cómo has podido contratar a una foca como esa?. Yo me habría negado en redondo.Miro al amigo de papá que habla: con un barrigón descomunal saliéndosele por encima del cinturón. Con unos pocos pelos erizados en la cabeza, porque ni con toneladas de fijador se los podría peinar con dignidad. Con los pantalones manchados. Con la corbata torcida. Con las uñas roídas de tanto mordérselas…¡Aj¡ ¿Ha visto la pinta que tiene?

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…Papá, que no entiende de modas, me pregunta si el jersey ha encogido. Mira a mamá y le dice:-Pués espero que esa cosa no costase un ojo de la cara: al fin y al cabo. No es un jersey entero, sino medio jersey �??después añade dirigiéndose a mamá-: ¿no crees que va vestida de una manera demasiado provocativa?Mamá me mira y le dice:-No, no me lo parece. ¿Qué quiere decir “provocar”? Mi bisabuela provocaba si llevaba una falda que dejaba ver el tobillo.

La miro alucinada.

-Durante la dictadura de Franco -continúa- la censura no permitía que se viesen los pechos de una mujer en la televisión, excepto si eran los de una negra en un documental. Tal vez porque los censores consideraban que las negras no llegaban a la categoría humana…

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Octavia, ¿cómo vais de machismo en Francia? Está totalmente erradicado, me imagino.

Pués imaginas muy mal, hija �??dice mientras va vaciando las maletas-. Hay más manifestaciones machistas en la vida de cada día, que cacas de perro en las aceras. Y te aseguro que, cacas hay tantas que, para no pisarlas, tendrías que volar.

Se me ponen los ojos como platos soperos_

-¡Ahí va! ¿sí?

-Seguro. Mira, en Francia nadie dice que soy una escritora.

-¡¿Ah no?!

-No. Según ellos, soy un escritor. Porque la palabra escritor, como la palabra ministro, doctor y otras, no tienen femenino en francés . De manera que pongamos que tienes que escribir una carta a tu médica, pues te hará falta encabezarla con un “madame le docteur”, es decir, “señora doctor”….

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Se pega un trompazo contra el aparato y se queda sentado en el suelo. Por fuerza ha tenido que hacerse daño. Ya se ve. Tiene la cara muy roja y los ojos muy brillantes. Por las mejillas le resbalan unas cuantas lágrimas.

-¡Pobre chaval!- me dice María dándome un codazo.

-Levántate, hombre. ¡Eres un nena!- le insulta el entrenador.

¿Le insulta? Ser “un nena” no es ningún insulto ¿no? Pero el entrenador ha dicho “un” nena y ha sonado a insulto. Te lo aseguro. ¿Eso es machismo?



“El diario violeta de Carlota” de Gemma Lienas. Alba Editorial, Barcelona, 2001

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